¿Qué es una fosa séptica?
Una fosa séptica es una cámara hermética para el almacenamiento y tratamiento de aguas negras domésticas. En ellas se realiza la separación y transformación físico-química de la materia sólida contenida en esas aguas. Es una forma sencilla y económica de tratar las aguas negras y está indicada, preferentemente para zonas rurales o residencias situadas en parajes aislados. Sin embargo, el tratamiento no es tan completo como en una estación para tratamiento de aguas negras.
Pueden construirse in situ o encontrarlas ya prefabricadas. La fosa séptica prefabricada de menor tamaño tiene una capacidad de aproximadamente mil litros, pero para volúmenes mayores es recomendable que la longitud sea superior al doble del diámetro.
Es importante no confundir la fosa séptica con el pozo negro, antiguo sistema de recogida de aguas residuales muy imperfecto y que actualmente está prohibido, por su deficiente tratamiento de los residuos.
¿Cómo funciona una fosa séptica?
Las fosas sépticas pequeñas pueden tener una sola cámara pero, en general, es preferible que tengan dos. En el caso de tener dos cámaras, la primera debe tener un volumen más o menos del doble que la segunda y la unión entre ambas se hará entre dos aguas, para que no pasen de una cámara a otra cienos y espumas. Además, ambas cámaras deben tener bocas de registro para poder retirar los lodos periódicamente.
Los sólidos contenidos en las aguas vertidas irán al fondo (lodos) y en la superficie flotarán grasas y espumas. Las aguas usadas llegan a la fosa mediante una pieza en T, de modo que la entrada quede a nivel superior del contenido de la fosa, pero que las aguas entren por debajo de la superficie, para evitar movimientos de las espumas.
El funcionamiento de una fosa séptica es tanto más efectivo cuanto más tiempo permanezcan las aguas usadas en ella, por lo que deben hacerse del mayor tamaño posible.
Es importante no verter las aguas pluviales a la fosa séptica ya que son aguas limpias, por lo que irán directamente al terreno. Además, es recomendable no llevar a la fosa más que las aguas fecales propiamente dichas, así como las que arrastren residuos orgánicos (cocina), pero debemos evitar verte las aguas jabonosas de baños o de limpieza, ya que al no proceder de materia orgánica no es necesario verter en la fosa, sino en la zanja o pozo de filtrado. Y por supuesto, de ningún modo deben verterse productos no orgánicos, como pañales, compresas, toallitas, etc., que deberán tirarse a la basura.
El vaciado de los lodos debe hacerse cada año o cada dos años. Se hace normalmente mediante un camión cisterna que con una bomba extrae los lodos y se transporta a una planta depuradora donde pueda ser tratada en su totalidad.
Fosa séptica con filtro biológico
La fosa septica con filtro biológico, tal y como muestra el gráfico, basa su funcionamiento en la doble decantación y posterior filtrado. Los sólidos en suspensión de las aguas residuales se depositan en el fondo del digestor y una vez allí, las colonias bacterianas anaerobias proceden a su descomposición y parcial eliminación.
Esta operación se repite en el clarificador de la fosa séptica con filtro biológico, optimizando así el resultado final.
El agua residual de la fosa séptica, después de la doble decantación, pasa al compartimiento del filtro a través de un distribuidor que la reparte por la superficie de todo el material filtrante, los restos orgánicos no retenidos en la doble decantación producen un fenómeno biológico de fangos, los microorganismos allí generados quedan fijados en la superficie del relleno plástico, oxidando los restos orgánicos. Este proceso aerobio, da como resultado la obtención de agua apta para riego (cualquier tipo) o vertido no contaminante.